martes, 27 de noviembre de 2007
Pendeos, estudien Ineniería en Agrimensura, vean con sus propios oitos que oda que es
http://www.youtube.com/v/3cZrMUtmTLQ&rel=1">
lunes, 19 de noviembre de 2007
Un videíto que baé del iotuv y que me pareció divertido
http://
Publicado por elduardo desde los andes maestuosos, en esclusividá para la loia de lo odidos abalíes moados.
siviembre 19 de 2007.
Publicado por elduardo desde los andes maestuosos, en esclusividá para la loia de lo odidos abalíes moados.
siviembre 19 de 2007.
viernes, 16 de noviembre de 2007
jueves, 15 de noviembre de 2007
Por esto odiamos a la odida ota
No saber ni ota:
No saber ni ota. Esta popular expresión española alude a la más completa ignorancia de una persona. En su orien se refiere no sólo a la letra “ota” castellana sino a sus antecesoras, la “iod” hebrea y la “iota” griega. Era y es la “iod hebrea”, caldea y siríaca la letra más pequeña de las veintidós que componen los alfabetos de esos idiomas semíticos. Item más : la “iod” en hebreo es el principio o primer trazo de toda letra, como puede verse en cualquier diccionario o gramática de aquellas lenguas. Decir, pues, no sabe ni ota equivalía a decir "no conoce ni sabe la más pequeña letra, no sabe hacer el primer perfil o trazo de ninguna letra", es un ignorante completo. * Citado (y revisado) de “El rincón de Antonio Marcelo”. Dichos.
No saber ni ota. Esta popular expresión española alude a la más completa ignorancia de una persona. En su orien se refiere no sólo a la letra “ota” castellana sino a sus antecesoras, la “iod” hebrea y la “iota” griega. Era y es la “iod hebrea”, caldea y siríaca la letra más pequeña de las veintidós que componen los alfabetos de esos idiomas semíticos. Item más : la “iod” en hebreo es el principio o primer trazo de toda letra, como puede verse en cualquier diccionario o gramática de aquellas lenguas. Decir, pues, no sabe ni ota equivalía a decir "no conoce ni sabe la más pequeña letra, no sabe hacer el primer perfil o trazo de ninguna letra", es un ignorante completo. * Citado (y revisado) de “El rincón de Antonio Marcelo”. Dichos.
Encontré esto por ahí:
http://www.undiadefuria.org/comment/reply/3979/28590:
Hablas como las cucarachas.
polla-man. 07/07/2006 - 11:25.
Si el inglés es un idioma de bárbaros, el castellano es un idioma de cucarachas.¿A dónde van los españoles con sus 5 miserables vocales? Y encima suenan todas igual. Será que su subdesarrollo enético incluye un aparato fonador de insecto. Que aprendan de los ingleses, que tienen entre 10 y 100 vocales aproximadamente, y eso cuando no tienen estiercol dentro de la voca.Y luego esta la odida ota. Ese sonido que las personas decentes utilizan para arrancarse los escupitaos de la garganta ellos lo utilizan a todas horas. ¡Qué putos guarros!
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Hablas como las cucarachas.
polla-man. 07/07/2006 - 11:25.
Si el inglés es un idioma de bárbaros, el castellano es un idioma de cucarachas.¿A dónde van los españoles con sus 5 miserables vocales? Y encima suenan todas igual. Será que su subdesarrollo enético incluye un aparato fonador de insecto. Que aprendan de los ingleses, que tienen entre 10 y 100 vocales aproximadamente, y eso cuando no tienen estiercol dentro de la voca.Y luego esta la odida ota. Ese sonido que las personas decentes utilizan para arrancarse los escupitaos de la garganta ellos lo utilizan a todas horas. ¡Qué putos guarros!
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por tutatis!!!! aparecio gloria!!!!!
parece que todos los sordidos problemas maquinisticos y gastro intestinales se han solucionado y podemos empezar a mover esto como correponde: con sus tres patas intentando avanzar cada una en un sentido distinto...
ok, ok, ya..., como arranque no fue gran cosa, pero tengan en cuenta que en lineas enerales ninguna primera vez resulta totalmente satisfactoria...
miércoles, 14 de noviembre de 2007
martes, 13 de noviembre de 2007
Para que sepan los iles..... Erónimo Cacho Saccardi
Erónimo Cacho Saccardi.
Un gran número 5, enorme.
Ugó en ferro allá por la segunda parte de la década de los 70.
Incluso llegó a estar en la selección creo que de menotti.
Fué transferido al Hércules de españa, cuando muy pocos eran transferidos al exterior en esas épocas.
Siempre volvía al club de sus amores en esos años.
Nunca ocupó en españa el banco de suplentes durante los muchos años que estuvo allá.
Cuando ya estaba grande, dio que quería volver a su club, y aunque en españa lo quisieron tanto como aquí, en un descenso del hércules agarró sus cosas y se volvió para vestirse la verde.
Corria el año 1980. Timoteo Griguol ya estaba en el club con su proyecto de futuro.
Una vez leí una nota que le hacían en el clarín, y decía que quería volver a ferro para ser campeón, y recuerdo que yo me cagaba de la risa, mirá que pretender que ferro fuera campeón….
El 81 fué el gran año de ferro, no salimos campeones, lo hicimos recién en el 82 y 84, pero el 81 fue el año de los dos subcampeonatos, el primero detrás a un punto del boca de maradona y brindisi, el segundo campeonato detrás- en la final-, del river de distéfano como dt, alonso, el enzo y compañía.
El cacho ugó ese año sus meores partidos, y en el encuentro contra boca, a dos fechas del final del campeonato, no deó que maradona ni siquiera viera la pelota, lo anuló en toda la cancha.
Es famosa una foto del cacho, escondiendole la pelota al diego, o con la cabeza vendada, porque como era de esperar, los bosteros cuando vieron que no podían darle de ninguna manera, empezaron a pegarle al cacho para ver si afloaba, hasta que le reventaron la cabeza. Ugó igual, vendado, ensangrentado y seguimos dominando todo el partido. En una desafortunada ugada de la defensa, creo que dearon solo a perotti, éste no perdonó, y gano boca uniors 1 a 0, superaron por un punto a ferro y esa distancia se mantuvo en los dos últimos partidos del campeonato y ferro salió segundo.
Después en el 82, se dió el gran gusto y nos dimos todos el gran gusto.
Finalmente salimos campeones.
Con el tiempo, el cacho que ya estaba vieo para ugar, se retiró, colgó los botines, y pasó a formar parte de la historia del club.
Pero la historia de un grande, no puede terminar así.
Con los años, se hizo técnico, y sólo diriió a ferro.
Era las épocas de las vacas flacas de la institución. La debacle se venía anunciando.
El gran Cacho, asumió la dirección técnica, pero ya no habían buenos ugadores, y lo peor de todo, las malas administraciones estaban quebrando financieramente al club.
El equipo no andaba, y los partidos perdidos eran la media de la campaña.
Varias veces el gran Cacho dio de renunciar, y en cada una de esas veces, la hinchada se untaba debao de las tribunas, donde estaban los vestuarios y se quedaban alentando hasta que el cacho reviera la renuncia.
No recuerdo si fué durante su estión, pero quedamos en la historia del fútbol arentino, por ser el record de un equipo de futbol sin convertir goles, con esto quiero decir que la situación era muy grave, el descenso se veía venir, pero el cacho en el banco era intocable, para nosotros era un cacho de cielo, y los cachos de cielo no se pueden dear pasar por un montón de malos resultados.
Un día, la situación era insostenible, y el cacho volvió a renunciar. Como siempre, la hinchada se quedó debao de las tribunas, pero esta vez aceptaron que se fuera, -no se lo podía hacer seguir sufriendo al pedazo de cielo-. Esperaron que saliera del vestuario, con la renuncia consumada, y la hinchada lo alzó en andas, y desde los vestuarios del club lo llevaron así hasta la puerta de su casa, por todas las calles de caballito. Un verdadero eemplo de amor a la camiseta, esas cosas que sólo se puede sentir cuando uno ama una camiseta de barrio, de club chico, al que todo le cuesta el triple que a los demás.
Un día de verano, cuando el cacho tenía apenas 52 años, estaba ugando un partido de tenis, con su hio de rival, cuando de repente el corazón le dio basta, y se quedó ahí, deandonos sin un cacho de cielo en la institución, pero llevando la escuadra verdolaga al mismísimo cielo.
Es desde ese día que a ciertas horas del atardecer, se pueden ver algunos destellos verdes cuando miramos al cielo. Es el cacho que está ugando a la pelota.
Un gran número 5, enorme.
Ugó en ferro allá por la segunda parte de la década de los 70.
Incluso llegó a estar en la selección creo que de menotti.
Fué transferido al Hércules de españa, cuando muy pocos eran transferidos al exterior en esas épocas.
Siempre volvía al club de sus amores en esos años.
Nunca ocupó en españa el banco de suplentes durante los muchos años que estuvo allá.
Cuando ya estaba grande, dio que quería volver a su club, y aunque en españa lo quisieron tanto como aquí, en un descenso del hércules agarró sus cosas y se volvió para vestirse la verde.
Corria el año 1980. Timoteo Griguol ya estaba en el club con su proyecto de futuro.
Una vez leí una nota que le hacían en el clarín, y decía que quería volver a ferro para ser campeón, y recuerdo que yo me cagaba de la risa, mirá que pretender que ferro fuera campeón….
El 81 fué el gran año de ferro, no salimos campeones, lo hicimos recién en el 82 y 84, pero el 81 fue el año de los dos subcampeonatos, el primero detrás a un punto del boca de maradona y brindisi, el segundo campeonato detrás- en la final-, del river de distéfano como dt, alonso, el enzo y compañía.
El cacho ugó ese año sus meores partidos, y en el encuentro contra boca, a dos fechas del final del campeonato, no deó que maradona ni siquiera viera la pelota, lo anuló en toda la cancha.
Es famosa una foto del cacho, escondiendole la pelota al diego, o con la cabeza vendada, porque como era de esperar, los bosteros cuando vieron que no podían darle de ninguna manera, empezaron a pegarle al cacho para ver si afloaba, hasta que le reventaron la cabeza. Ugó igual, vendado, ensangrentado y seguimos dominando todo el partido. En una desafortunada ugada de la defensa, creo que dearon solo a perotti, éste no perdonó, y gano boca uniors 1 a 0, superaron por un punto a ferro y esa distancia se mantuvo en los dos últimos partidos del campeonato y ferro salió segundo.
Después en el 82, se dió el gran gusto y nos dimos todos el gran gusto.
Finalmente salimos campeones.
Con el tiempo, el cacho que ya estaba vieo para ugar, se retiró, colgó los botines, y pasó a formar parte de la historia del club.
Pero la historia de un grande, no puede terminar así.
Con los años, se hizo técnico, y sólo diriió a ferro.
Era las épocas de las vacas flacas de la institución. La debacle se venía anunciando.
El gran Cacho, asumió la dirección técnica, pero ya no habían buenos ugadores, y lo peor de todo, las malas administraciones estaban quebrando financieramente al club.
El equipo no andaba, y los partidos perdidos eran la media de la campaña.
Varias veces el gran Cacho dio de renunciar, y en cada una de esas veces, la hinchada se untaba debao de las tribunas, donde estaban los vestuarios y se quedaban alentando hasta que el cacho reviera la renuncia.
No recuerdo si fué durante su estión, pero quedamos en la historia del fútbol arentino, por ser el record de un equipo de futbol sin convertir goles, con esto quiero decir que la situación era muy grave, el descenso se veía venir, pero el cacho en el banco era intocable, para nosotros era un cacho de cielo, y los cachos de cielo no se pueden dear pasar por un montón de malos resultados.
Un día, la situación era insostenible, y el cacho volvió a renunciar. Como siempre, la hinchada se quedó debao de las tribunas, pero esta vez aceptaron que se fuera, -no se lo podía hacer seguir sufriendo al pedazo de cielo-. Esperaron que saliera del vestuario, con la renuncia consumada, y la hinchada lo alzó en andas, y desde los vestuarios del club lo llevaron así hasta la puerta de su casa, por todas las calles de caballito. Un verdadero eemplo de amor a la camiseta, esas cosas que sólo se puede sentir cuando uno ama una camiseta de barrio, de club chico, al que todo le cuesta el triple que a los demás.
Un día de verano, cuando el cacho tenía apenas 52 años, estaba ugando un partido de tenis, con su hio de rival, cuando de repente el corazón le dio basta, y se quedó ahí, deandonos sin un cacho de cielo en la institución, pero llevando la escuadra verdolaga al mismísimo cielo.
Es desde ese día que a ciertas horas del atardecer, se pueden ver algunos destellos verdes cuando miramos al cielo. Es el cacho que está ugando a la pelota.
lunes, 12 de noviembre de 2007
viernes, 9 de noviembre de 2007
Para los detractores de Gloria
La ornada del músico
El artista debe regular su vida.
Aquí tienen el horario detallado de mis actividades diarias:
Me levanto a las 7.18 h; inspirado: de 10.23 a 11.47 h.
Almuerzo a las 12.11 h
y me levanto de la mesa a las 12.14 h.
Saludable paseo a caballo, en el fondo del parque: de 13.19 a 14.53 h.
Otra inspiración: de 15.12 a 16.07 h.
Ocupaciones diversas (esgrima, reflexiones, inmovilidad, visitas,
contemplación, destreza, natación, etc.), de 16.21 a 18.47 h.
La cena se sirve a las 19.16 y se termina a las 19.20 h. A
continuación, lecturas sinfónicas en voz alta: de 20.09 a 21.59 h.
Me acuesto normalmente a las 22.37 h. Una vez por semana, despertar
sobresaltado a las 3.19 h (los martes).
Sólo como alimentos blancos: huevos, azúcar, huesos rallados; grasa de
animales muertos; ternera, sal, coco, pollo cocido en agua blanca;
mohos de fruta, arroz, nabos; morcilla alcanforada, pastas, queso
(blanco), ensalada de algodón y algunos pescados (sin piel).
Me hiervo el vino, que bebo frío con zumo de fuchsia. Tengo apetito;
pero no hablo nunca comiendo, por miedo a atragantarme.
Respiro con cuidado (poco cada vez). Bailo muy raras veces. Cuando
ando voy por los lados y miro fiamente atrás.
Muy serio de aspecto, si me río es sin querer. Por eso siempre me
disculpo y con educación.
Sólo duermo con un oo; tengo un sueño muy duro. Mi cama es redonda y
perforada por un aguero para que pase la cabeza. Cada hora, un criado
me toma la temperatura y me pone otra.
Desde hace tiempo estoy abonado a una revista de moda. Llevo un gorro
blanco, medias blancas y un chaleco blanco.
El médico me ha dicho siempre que fume. A sus conseos añade:
—Fume, amigo: si no, otro fumará en su lugar.
Erik Satie, Memorias de un amnésico y otros escritos, Fugaz, Madrid, 1989
Posteado por el grandisimo Gloria
Aparecio Gloria, trabaa en la vias del ferrocarril
Todas las mañanas voy a trabaar
voy con muchas ganas y con felicidad
Si quieres encontrarme, muy cerca de aquí
trabao en las vías del ferrocarril
Muchas veces cuando yo, voy muy leos de aquí
Recuerdo la historia del ferrocarril
Y todas las mañanas voy a trabaar
voy con muchas ganas, y con felicidad
Voy con muchas ganas... y con felicidad!
voy con muchas ganas y con felicidad
Si quieres encontrarme, muy cerca de aquí
trabao en las vías del ferrocarril
Muchas veces cuando yo, voy muy leos de aquí
Recuerdo la historia del ferrocarril
Y todas las mañanas voy a trabaar
voy con muchas ganas, y con felicidad
Voy con muchas ganas... y con felicidad!
jueves, 8 de noviembre de 2007
Que pasa que nadies publica nada en este blog?
Que paso?
Gloria no existe.
Será por eso de que no piensa?
Yo sigo con la viilia de las tetas, y eso me tiene un poco aleado, distante de mis lugares frecuentes, si se quiere.
Herr ano?
Intenta, como es su fiel costumbre.
Pero gloria no está, acaso será una de las multiples facetas del fracaso no tan leano?
Ah!!!
La luz de gloria, la preclara, la diáfana, la austada, la perfecta.
No me imaino el momento en el que aparezca.
No logro untar las imáenes de ese acontecimiento en mi cabeza.
Será que no tengo cabeza?
Será que no tengo oos, que los uanetes de mis pieses perudican toda mi imainación?
Qué ibaros inustos untaron todos mis úbilos por la aparición con vida de gloria?
Eso, debemos empezar un uicio usto ahora, APARICION CON VIDA DE GLORIA.
CASO CONTRARIO EECUTAREMOS AL FARAON, ODEREMOS A CRUELLA, DESPELLEAREMOS A LA ALMEA SUCCIONADORA.
APARICION CON VIDA DE GLORIA O MUERTE!
NO ODAN CON GLORIA, QUE VAN A VER LO QUE SON LOS ODIDOS ABALIES MOADOS.
REMILCARAOS!!!!
martes, 6 de noviembre de 2007
Amaica no problem
lunes, 5 de noviembre de 2007
Una visión mas Romántica del problema gastrintestinal de Gloria: El vientre de un Arquitecto
"El cine es mucho más que una coartada para contar historias. Hay narradores magníficos en la tradición de Hollywood, sin embargo para mí ha de ser mucho más que eso. Se trata de un medio extraordinariamente sofisticado, que permite manear significados metafóricos y a la vez componentes literarios y gráficos."
Esta frase, dicha por el director Peter Greenaway (1942) en una entrevista, resume en pocas palabras lo que para él deviene el séptimo arte. Si alguien concibió Hollywood como la fábrica de sueños, el cine de Greenaway puede ser considerado como una estetizante cinta transportadora de pesadillas. Afirmar que estamos ante un artista barroco resulta insuficiente. Greenaway no es sólo barroco. Es directamente bizarro, que sería algo así como salpimentar el barroco con grandes dosis de crueldad y cinismo.
Historias descarnadas y personaes ambivalentes, éstos son sus puntos de apoyo. Sus films nos introducen en las obsesiones más oscuras, en los instintos menos edificantes. Shakesperiano a tope, Greenaway muestra al ser humano en todo su relieve, compleo, contradictorio, sublime a veces y rastrero en no pocas ocasiones, benigno y maligno a partes iguales, víctima de manías y paranoias inconfesables... Un cosmos retorcido de ambiciones, pasiones y egocentrismos. Una telaraña visual que se tee poco a poco y atrapa al espectador deándolo inmovilizado delante de la pantalla. La plasticidad: he aquí la verdadera fuerza de sus películas. En el cine de Greenaway cada fotograma se percibe como un cuadro. Y cada film suyo es susceptible de ser interpretado como una pinacoteca en continuo movimiento.
Perfeccionista hasta la médula, lo que diferencia el trabao de este director de otras propuestas cinematográficas, igualmente densas y poco optimistas, es por encima de cualquier otra consideración la manera tan característica de narrar el argumento. La aportación de este cineasta al séptimo arte es básicamente formal. Greenaway (que antes de director fue pintor, editor y camarógrafo) inventa un lenguae cinematográfico dónde importa más la "forma" que el "fondo". Un lenguae premeditadamente liberado de la tiranía lineal del guión y los convencionalismos, muy en la onda de la postmodernidad, movimiento artístico que recoe los restos del naufraio de las vanguardias históricas, los deposita en una coctelera y los reinterpreta con un discurso culturarizante y fragmentario, en el que prima la sofisticación, los significados ocultos y las metáforas por encima del naturalismo narrativo.
No hay vuelta de hoa. Los resultados de Greenaway son elitistas a propósito. Como espetaría él mismo, para multitudes ya existen los estadios deportivos. Un director que opina sin reparo alguno que el lenguae cinematográfico de Scorsese, Spielberg o Almodóvar está obsoleto, no puede agradar a la mayoría del gran público, ni a nivel moral, ni a nivel estético. Y sin embargo el punto de partida conceptual del cineasta galés no está exento de razón. Si se considera el cine como un arte, ¿por qué no se le ha de permitir las mismas estrateias, disgresiones y compleidades que aceptamos con naturalidad en la pintura, literatura o música contemporáneas?
Este interés por convertir el cine en un vehículo de libre expresión artística se patentiza con especial fuerza en "El vientre de arquitecto", film que Greenaway diriió en 1987. En las primeras escenas contemplamos al arquitecto americano Storuley llegando a Roma, acompañado de su esposa Louise, para colaborar en el montae de una exposición dedicada al artista francés Etienne Louis Boullée, célebre por sus tratados de arquitectura y por sus proyectos visionarios. Al poco de instalarse en la ciudad, Storuley (gran interpretación de Brian Denneby) empieza a sentir unos extraños dolores de estómago, que coinciden con la infidelidad de su esposa con un arquitecto italiano rival, lo cual le lleva a sospechar que está siendo envenado sin compasión.
Lo que podría haber sido sólo una apreciable trama de "film noir", bao la batuta de Greenaway se transforma en un profundo análisis fílmico sobre el sentido de la desaparición. Que se eliiera Roma como telón de fondo de la historia no es ninguna casualidad. A parte de la admiración no disimulada que Greenaway profesa por Fellini, el hecho de situar los hechos en la capital italiana era una manera de otorgar perspectiva milenaria a la reflexión. Storuley, profesional del "nuevo mundo", oriinario de un país como Estados Unidos con apenas doscientos años de bagae histórico, vive su drama particular en una de las urbes más influyentes de la Antigüedad. La presencia constante de ruinas y monumentos arqueolóicos nos remite a la nostalia por un esplendor perdido, que el mundo de hoy parece no poder sustituir.
En uno de los momentos clave del film, Storuley sostiene entre sus manos una postal de la estatua del emperador Augusto. Obsesionado por los dolores crecientes que padece, el arquitecto americano repara en el volumen y la forma del estómago del césar romano. Consigue una fotocopiadora, y bao el haz de luz verdosa de la máquina, amplia sucesivamente la postal hasta conseguir que el estómago de la estatua se vea a tamaño natural. Storuley, a continuación, superpone la fotocopia a su propio vientre para comprobar lo que ya intuía: que el emperador romano quizás fue envenado por su esposa igual que él lo está siendo ahora.
El protagonista, con este esto desesperado e inútil, intenta establecer un vínculo emotivo con los hombres del pasado. Consciente de que su fin está próximo, incapaz de asumir la idea de la desaparición, el arquitecto busca la complicidad de los que murieron antes. Cada estatua que ve por sus paseos por la ciudad, cada estómago pétreo, le recuerda su propia dolencia. Ante la inminencia de la muerte, la feria de las vanidades que ha sido su vida se desvanece. Nada tiene sentido, sólo la piedra, los monumentos, la obra que sobrevive al propio autor y a los propios retratados, porqué la piedra (el arte en definitiva) es más fuerte que la carne. Storuley representa la zozobra espiritual del hombre moderno. Un hombre con afán de posteridad, encerrado en un cuerpo grueso y perecedero.
Como ya es habitual en la filmografía de Greenaway, la historia se adereza con multitud de detalles y referencias culturales, sólo aptos para navegantes avisados. La música, esta vez compuesta por Wim Mertens en lugar del inefable Michael Nyman, también es un elemento determinante a la hora de describir el "paisae" psicolóico de todo lo que ocurre. "El vientre de un arquitecto" es una de las películas más existencialistas de Greenaway y tal vez la que meor exhibe su amor por las Bellas Artes.
La mirada del director galés desarrolla una auténtica poética de la arquitectura, en donde Roma aparece como la gran vertebradora del argumento. No sólo por ser el lugar concreto de la acción, sino porqué se diría que es un ente vivo y celular, cuya presencia embriaga con la maia de sus edificios y sus reveladores vestiios del pretérito. En este film Roma se presentifica más que nunca como "la ciudad eterna" ante lo efímero de la existencia humana. Una Roma plagada de monumentos, palacios, termas, catacumbas, alcantarillados... Vientre urbano, sedimentado de civilizaciones y de historia, mucho más poderoso e inmortal que el fráil vientre de un arquitecto americano.
Esta frase, dicha por el director Peter Greenaway (1942) en una entrevista, resume en pocas palabras lo que para él deviene el séptimo arte. Si alguien concibió Hollywood como la fábrica de sueños, el cine de Greenaway puede ser considerado como una estetizante cinta transportadora de pesadillas. Afirmar que estamos ante un artista barroco resulta insuficiente. Greenaway no es sólo barroco. Es directamente bizarro, que sería algo así como salpimentar el barroco con grandes dosis de crueldad y cinismo.
Historias descarnadas y personaes ambivalentes, éstos son sus puntos de apoyo. Sus films nos introducen en las obsesiones más oscuras, en los instintos menos edificantes. Shakesperiano a tope, Greenaway muestra al ser humano en todo su relieve, compleo, contradictorio, sublime a veces y rastrero en no pocas ocasiones, benigno y maligno a partes iguales, víctima de manías y paranoias inconfesables... Un cosmos retorcido de ambiciones, pasiones y egocentrismos. Una telaraña visual que se tee poco a poco y atrapa al espectador deándolo inmovilizado delante de la pantalla. La plasticidad: he aquí la verdadera fuerza de sus películas. En el cine de Greenaway cada fotograma se percibe como un cuadro. Y cada film suyo es susceptible de ser interpretado como una pinacoteca en continuo movimiento.
Perfeccionista hasta la médula, lo que diferencia el trabao de este director de otras propuestas cinematográficas, igualmente densas y poco optimistas, es por encima de cualquier otra consideración la manera tan característica de narrar el argumento. La aportación de este cineasta al séptimo arte es básicamente formal. Greenaway (que antes de director fue pintor, editor y camarógrafo) inventa un lenguae cinematográfico dónde importa más la "forma" que el "fondo". Un lenguae premeditadamente liberado de la tiranía lineal del guión y los convencionalismos, muy en la onda de la postmodernidad, movimiento artístico que recoe los restos del naufraio de las vanguardias históricas, los deposita en una coctelera y los reinterpreta con un discurso culturarizante y fragmentario, en el que prima la sofisticación, los significados ocultos y las metáforas por encima del naturalismo narrativo.
No hay vuelta de hoa. Los resultados de Greenaway son elitistas a propósito. Como espetaría él mismo, para multitudes ya existen los estadios deportivos. Un director que opina sin reparo alguno que el lenguae cinematográfico de Scorsese, Spielberg o Almodóvar está obsoleto, no puede agradar a la mayoría del gran público, ni a nivel moral, ni a nivel estético. Y sin embargo el punto de partida conceptual del cineasta galés no está exento de razón. Si se considera el cine como un arte, ¿por qué no se le ha de permitir las mismas estrateias, disgresiones y compleidades que aceptamos con naturalidad en la pintura, literatura o música contemporáneas?
Este interés por convertir el cine en un vehículo de libre expresión artística se patentiza con especial fuerza en "El vientre de arquitecto", film que Greenaway diriió en 1987. En las primeras escenas contemplamos al arquitecto americano Storuley llegando a Roma, acompañado de su esposa Louise, para colaborar en el montae de una exposición dedicada al artista francés Etienne Louis Boullée, célebre por sus tratados de arquitectura y por sus proyectos visionarios. Al poco de instalarse en la ciudad, Storuley (gran interpretación de Brian Denneby) empieza a sentir unos extraños dolores de estómago, que coinciden con la infidelidad de su esposa con un arquitecto italiano rival, lo cual le lleva a sospechar que está siendo envenado sin compasión.
Lo que podría haber sido sólo una apreciable trama de "film noir", bao la batuta de Greenaway se transforma en un profundo análisis fílmico sobre el sentido de la desaparición. Que se eliiera Roma como telón de fondo de la historia no es ninguna casualidad. A parte de la admiración no disimulada que Greenaway profesa por Fellini, el hecho de situar los hechos en la capital italiana era una manera de otorgar perspectiva milenaria a la reflexión. Storuley, profesional del "nuevo mundo", oriinario de un país como Estados Unidos con apenas doscientos años de bagae histórico, vive su drama particular en una de las urbes más influyentes de la Antigüedad. La presencia constante de ruinas y monumentos arqueolóicos nos remite a la nostalia por un esplendor perdido, que el mundo de hoy parece no poder sustituir.
En uno de los momentos clave del film, Storuley sostiene entre sus manos una postal de la estatua del emperador Augusto. Obsesionado por los dolores crecientes que padece, el arquitecto americano repara en el volumen y la forma del estómago del césar romano. Consigue una fotocopiadora, y bao el haz de luz verdosa de la máquina, amplia sucesivamente la postal hasta conseguir que el estómago de la estatua se vea a tamaño natural. Storuley, a continuación, superpone la fotocopia a su propio vientre para comprobar lo que ya intuía: que el emperador romano quizás fue envenado por su esposa igual que él lo está siendo ahora.
El protagonista, con este esto desesperado e inútil, intenta establecer un vínculo emotivo con los hombres del pasado. Consciente de que su fin está próximo, incapaz de asumir la idea de la desaparición, el arquitecto busca la complicidad de los que murieron antes. Cada estatua que ve por sus paseos por la ciudad, cada estómago pétreo, le recuerda su propia dolencia. Ante la inminencia de la muerte, la feria de las vanidades que ha sido su vida se desvanece. Nada tiene sentido, sólo la piedra, los monumentos, la obra que sobrevive al propio autor y a los propios retratados, porqué la piedra (el arte en definitiva) es más fuerte que la carne. Storuley representa la zozobra espiritual del hombre moderno. Un hombre con afán de posteridad, encerrado en un cuerpo grueso y perecedero.
Como ya es habitual en la filmografía de Greenaway, la historia se adereza con multitud de detalles y referencias culturales, sólo aptos para navegantes avisados. La música, esta vez compuesta por Wim Mertens en lugar del inefable Michael Nyman, también es un elemento determinante a la hora de describir el "paisae" psicolóico de todo lo que ocurre. "El vientre de un arquitecto" es una de las películas más existencialistas de Greenaway y tal vez la que meor exhibe su amor por las Bellas Artes.
La mirada del director galés desarrolla una auténtica poética de la arquitectura, en donde Roma aparece como la gran vertebradora del argumento. No sólo por ser el lugar concreto de la acción, sino porqué se diría que es un ente vivo y celular, cuya presencia embriaga con la maia de sus edificios y sus reveladores vestiios del pretérito. En este film Roma se presentifica más que nunca como "la ciudad eterna" ante lo efímero de la existencia humana. Una Roma plagada de monumentos, palacios, termas, catacumbas, alcantarillados... Vientre urbano, sedimentado de civilizaciones y de historia, mucho más poderoso e inmortal que el fráil vientre de un arquitecto americano.
Eduardore.
Oder! Ahora me eercen la censura.....
huyyyy culiao!Ni que fueras el duenio del blog....
Y que, si se me dió porque no me gusta, no me gusta, y no veo porqué no puedo dearlo escrito, y mucho menos como una entrada.
A ver si ahora te vas a poner a eercer la censura, quien sos, el senior tieras?
Y no me vengás a amenazar con decir ota, deá nomás que una sóla vez te salga, y ya vas a ver lo que te pasa, la ota, para que lo sepas, está bien guardada y no la voy a dear salir así porque si.
Etón.
Y que, si se me dió porque no me gusta, no me gusta, y no veo porqué no puedo dearlo escrito, y mucho menos como una entrada.
A ver si ahora te vas a poner a eercer la censura, quien sos, el senior tieras?
Y no me vengás a amenazar con decir ota, deá nomás que una sóla vez te salga, y ya vas a ver lo que te pasa, la ota, para que lo sepas, está bien guardada y no la voy a dear salir así porque si.
Etón.
Uyyy que fiero!!!!
Decididamente no me gusto.
Esa costumbre de herr ano de mostrar las partes mas feas, siempre desde un costado de médico ciruano......
Habiendo tantos oetitos lindos para mostrar.......
Esa costumbre de herr ano de mostrar las partes mas feas, siempre desde un costado de médico ciruano......
Habiendo tantos oetitos lindos para mostrar.......
domingo, 4 de noviembre de 2007
Todas las mañanas voy a trabaar
Si, gracias a mi querido efe, que se enoo inustamente porque lo traté aleado de los modales adecuados para un efe supremo, éste se enoo conmigo y me mandó a trabaar a la delegación de San Martín.
Todas las mañanas, cuando estoy por llegar a la oficina, me encuentro con éste cartel tan bonito, que me alegra sobremanera.
Así, yo siempre saludo, tanto cuando llego como cuando me voy, a tan enerosa señorita, poseedora de un eemplar oete, tal como se podrá apreciar en la vista que se agregará a continuación. Eso sí, antes de unarla, cuidense los oos, especialmente aquellos que sufren del corazón. Bueno, si quieren verla, ahí va:
Que tal?
No me digan que no tiene un oete aeno a este planeta. Mas bien, parece un oete de Upiter.
Pueden creer que unos meses antes de las elecciones el reunte político que imainó el presidente quischner, unto al peerto de Ulio Cesar Cobos, me tapó tan bonito cartel con uno de unas imáenes de tres candidatos a intendente, gobernador y vicepresidente?
No se imainan mi indignación, raé puteadas para todos los costados, maldie a la madre de todos ellos, y ahí fué cuando decidí como eercería mi voto en el cuarto oscuro.
No se olviden, por si no lo die antes que mi efe respondía a las huestes de ulio cesar, así que teniendo en cuenta mi exilio, y lo que se atrevieron a hacer con tan eemplar oete, decidí votar al usticialismo, que llevaba como candidato a Aque.
Adivinen que.
Usto gano aque.
No se ode con los meores oetes.
que les sirva de lección.
viernes, 2 de noviembre de 2007
La Loia de los odidos abalíes moados
Maldigamos la odida ota!
Encerrémosla para nosotros untos!
Uzguemos severamente a aquellos que se atrevan a usarla.
Que nos perdonen los aponeses, los amaiquinos, los meicanos, incluso los arentinos.
Que la ota es puta y es inusta.
Asquerosa ota, ilipollas ota, iluna ota.
Encerrémosla para nosotros untos!
Uzguemos severamente a aquellos que se atrevan a usarla.
Que nos perdonen los aponeses, los amaiquinos, los meicanos, incluso los arentinos.
Que la ota es puta y es inusta.
Asquerosa ota, ilipollas ota, iluna ota.
La birra después de los eercicios fisicos
Un grupo de científicos de la Universidad de Granada descubrió que esta bebida alcohólica ayuda a una más rápida absorción de fluidos. Los detalles de la investigación más festeada
Sin lugar a dudas se trata de la meor excusa para sentarse en un barcito con amigos, al término de un partido de fútbol. Una reciente investigación certifica que una vaso de cerveza rehidrata meor que un vaso de agua después de realizar actividad física.
Los científicos de la Universidad de Granada (España) sospechan que las azúcares, la sal y las burbuas de una buena pinta pueden ayudar a una más rápida absorción de fluidos.
El profesor Manuel Garzón, de la Facultad Médica de Granada, hizo su descubrimiento luego de efectuar pruebas en 25 estudiantes a lo largo de varios meses.
Mientras a la mitad de ellos se les dio cerveza, luego de someterlos a temperaturas de 40ºC tras una rigurosa sesión física, al resto se les dio agua, según cuenta un artículo de hoy el Daily Mail de Gran Bretaña.
Garzón explicó que la rehidratación en los estudiantes que habían inerido cerveza fue "mucho meor" que en aquellos que solamente habían consumido agua
Sin lugar a dudas se trata de la meor excusa para sentarse en un barcito con amigos, al término de un partido de fútbol. Una reciente investigación certifica que una vaso de cerveza rehidrata meor que un vaso de agua después de realizar actividad física.
Los científicos de la Universidad de Granada (España) sospechan que las azúcares, la sal y las burbuas de una buena pinta pueden ayudar a una más rápida absorción de fluidos.
El profesor Manuel Garzón, de la Facultad Médica de Granada, hizo su descubrimiento luego de efectuar pruebas en 25 estudiantes a lo largo de varios meses.
Mientras a la mitad de ellos se les dio cerveza, luego de someterlos a temperaturas de 40ºC tras una rigurosa sesión física, al resto se les dio agua, según cuenta un artículo de hoy el Daily Mail de Gran Bretaña.
Garzón explicó que la rehidratación en los estudiantes que habían inerido cerveza fue "mucho meor" que en aquellos que solamente habían consumido agua
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