martes, 13 de noviembre de 2007

Para que sepan los iles..... Erónimo Cacho Saccardi

Erónimo Cacho Saccardi.


Un gran número 5, enorme.
Ugó en ferro allá por la segunda parte de la década de los 70.
Incluso llegó a estar en la selección creo que de menotti.
Fué transferido al Hércules de españa, cuando muy pocos eran transferidos al exterior en esas épocas.
Siempre volvía al club de sus amores en esos años.
Nunca ocupó en españa el banco de suplentes durante los muchos años que estuvo allá.
Cuando ya estaba grande, dio que quería volver a su club, y aunque en españa lo quisieron tanto como aquí, en un descenso del hércules agarró sus cosas y se volvió para vestirse la verde.
Corria el año 1980. Timoteo Griguol ya estaba en el club con su proyecto de futuro.
Una vez leí una nota que le hacían en el clarín, y decía que quería volver a ferro para ser campeón, y recuerdo que yo me cagaba de la risa, mirá que pretender que ferro fuera campeón….
El 81 fué el gran año de ferro, no salimos campeones, lo hicimos recién en el 82 y 84, pero el 81 fue el año de los dos subcampeonatos, el primero detrás a un punto del boca de maradona y brindisi, el segundo campeonato detrás- en la final-, del river de distéfano como dt, alonso, el enzo y compañía.
El cacho ugó ese año sus meores partidos, y en el encuentro contra boca, a dos fechas del final del campeonato, no deó que maradona ni siquiera viera la pelota, lo anuló en toda la cancha.
Es famosa una foto del cacho, escondiendole la pelota al diego, o con la cabeza vendada, porque como era de esperar, los bosteros cuando vieron que no podían darle de ninguna manera, empezaron a pegarle al cacho para ver si afloaba, hasta que le reventaron la cabeza. Ugó igual, vendado, ensangrentado y seguimos dominando todo el partido. En una desafortunada ugada de la defensa, creo que dearon solo a perotti, éste no perdonó, y gano boca uniors 1 a 0, superaron por un punto a ferro y esa distancia se mantuvo en los dos últimos partidos del campeonato y ferro salió segundo.
Después en el 82, se dió el gran gusto y nos dimos todos el gran gusto.

Finalmente salimos campeones.

Con el tiempo, el cacho que ya estaba vieo para ugar, se retiró, colgó los botines, y pasó a formar parte de la historia del club.

Pero la historia de un grande, no puede terminar así.

Con los años, se hizo técnico, y sólo diriió a ferro.

Era las épocas de las vacas flacas de la institución. La debacle se venía anunciando.

El gran Cacho, asumió la dirección técnica, pero ya no habían buenos ugadores, y lo peor de todo, las malas administraciones estaban quebrando financieramente al club.

El equipo no andaba, y los partidos perdidos eran la media de la campaña.

Varias veces el gran Cacho dio de renunciar, y en cada una de esas veces, la hinchada se untaba debao de las tribunas, donde estaban los vestuarios y se quedaban alentando hasta que el cacho reviera la renuncia.

No recuerdo si fué durante su estión, pero quedamos en la historia del fútbol arentino, por ser el record de un equipo de futbol sin convertir goles, con esto quiero decir que la situación era muy grave, el descenso se veía venir, pero el cacho en el banco era intocable, para nosotros era un cacho de cielo, y los cachos de cielo no se pueden dear pasar por un montón de malos resultados.

Un día, la situación era insostenible, y el cacho volvió a renunciar. Como siempre, la hinchada se quedó debao de las tribunas, pero esta vez aceptaron que se fuera, -no se lo podía hacer seguir sufriendo al pedazo de cielo-. Esperaron que saliera del vestuario, con la renuncia consumada, y la hinchada lo alzó en andas, y desde los vestuarios del club lo llevaron así hasta la puerta de su casa, por todas las calles de caballito. Un verdadero eemplo de amor a la camiseta, esas cosas que sólo se puede sentir cuando uno ama una camiseta de barrio, de club chico, al que todo le cuesta el triple que a los demás.

Un día de verano, cuando el cacho tenía apenas 52 años, estaba ugando un partido de tenis, con su hio de rival, cuando de repente el corazón le dio basta, y se quedó ahí, deandonos sin un cacho de cielo en la institución, pero llevando la escuadra verdolaga al mismísimo cielo.

Es desde ese día que a ciertas horas del atardecer, se pueden ver algunos destellos verdes cuando miramos al cielo. Es el cacho que está ugando a la pelota.

3 comentarios:

El guardian de la maldita ota dijo...

emocionanate amigo, oala le pongan su nombre al peunte que une Avellaneda con Yerbal

Eduardo dijo...

metanse en www.ferrocarriloeste.com.ar o en www.cachosaccardi.com.ar, y encontraran formularios de adhesión para solicitar que el puente lleve tan eemplar nombre.

el gloria dijo...

emocionante en verdad, no hay en esa paina un formulario para pedir que el puente lleve tu nombre?